Lobo

Seguramente alguna vez has imaginado a un pastor. Caminar en silencio por los verdes prados contemplando la naturaleza mientras se encarga de sus ovejas. Confiesa entonces, ¿con qué frecuencia piensas en salir de la ciudad y dedicarte a esta vida? Afortunadamente hay una manera de experimentar el pastoreo, gracias a Lobo: cada jugador intentará llegar al final de la partida con el mayor rebaño. En el camino tendrá que acorralar a las otras ovejas, lobos y huir para pedir ayuda de los cazadores. Lobo, delicias de niños y adultos y, cuando se juega con la familia, lo convierte en un hermoso momento de unidad entre las generaciones. Pero, por supuesto, interpretado por las manos equivocadas puede contribuir a los explosivos divorcios. En la parte posterior de la caja de un testigo jugador: “Quién nunca ha jugado no conoce de verdad a sus amigos”