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Detalles de reseña

La fuga de Colditz

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Calidad
100%

Opinión de producto (enviada el 16 de mayo de 2012):

Para mí un auténtico clásico de mi infancia. Y es que aunque este juego se haya reeditado en el año 2006, salió a la venta en los años 80. Todavía recuerdo cuando lo trajo mi tío por primera vez y que desde entonces siempre que venía le decíamos que lo trajera para jugar hasta que al final desistió y lo dejó en casa de mi abuela para poder jugar cuando quisiéramos.

Pueden jugar de 2 a 6 jugadores. Uno siempre deberá ser los nazis que controlan la prisión mientras que el resto serán un pais aliado que intentarán conseguir la fuga de alguno de sus miembros.

Antes de nada hay que fijar un tiempo límite y un número de presos a fugar por cada equipo. Para principiantes yo aconsejaría 2 horas y 2 presos por país y cuando ya se coja algo de maña 90 min. Del mismo modo lo suyo es que el nazi sea alguien que ya ha jugado antes o el que más experiencia tenga en este tipo de juegos.

Durante la partida se puede pedir al oficial nazi que salga de la sala para que el resto de jugadores se cuenten sus planes de evasión ya que se pueden ayudar entre ellos aunque el objetivo de cada uno sea conseguir fugar al número de presos acordados. De todos modos tampoco conviene realizar esto muchas veces y durante mucho tiempo porque el tiempo siempre juega a favor del oficial nazi, ya que una vez concluya el tiempo fijado quien no haya conseguido fugar al número de reclusos acordados perderá la partida quedando en la clasificación final por debajo del jugador que hacía de nazi mientras que los que consiguieron fugar el número acordado quedarán por encima de éste.

Hay que decir que entre la versión de mediados de los 80 y la actual existen ligeras diferencias, aunque a simple vista parezcan iguales ya que el tablero y el contenido del juego es el mismo, pero no las reglas. Por ejemplo en el juego antiguo se permitía a los soldados nazis entrar en las habitaciones para robar material de fuga a los prisioneros, que aunque al oficial nazi no le servía de nada era material que el resto de prisioneros no iba a poder usar (el número de cartas de cada material era bastante limitado).

A mi siempre me encantaba fugarme en el coche (como Silvestre Stallone en Evasión o Victoria) pero no era fácil porque necesitabas tener la carta, llegar hasta el coche y tener suerte con los dados.

Me gustaría probar mejor la versión actual, pero tiene muy muy buena pinta. Un fantástico, original y divertidísimo juego que hará las delicias de expertos y novatos.