Hoy entrevistamos a Helena García Martín, más conocida como @en_la_Aventura_de_aprender. Ella se define como “loca del ABJ” (aprendizaje basado en juegos). Estudió un máster en ludificación y juego de mesa, es maestra y mamá a tiempo completo. Charlamos con ella sobre cómo los juegos de mesa pueden transformar la manera de enseñar y aprender.
1. ¿Cómo llegaste al mundo del ABJ y de los juegos de mesa aplicados a la educación?
Desde pequeña siempre me gustaron los juegos de mesa. Los domingos jugaba con mi padre al ajedrez mientras tomábamos el aperitivo, y en verano, pasaba las horas jugando con un matrimonio mayor que tenían una casa al lado de mi chalet jugando al parchis.
Después, en mi adolescencia, tuve la suerte de juntarme con un grupo de amigos a los que le gustaba mucho jugar. Los hombres lobo de castonegro, jungle speed o el poker eran cotidianos en nuestras quedadas.
Cuando llegó la pandemia, yo me encontraba estudiando las oposiciones de magisterio. Con un peque de 3 años y uno que venía en camino, encerrada en casa y buscando alternativas con las que pasar el tiempo con mi peque, recordé los juegos de mesa que tanto me habían entretenido a mi en la infancia. Compré algunos juegos de Haba y resultaron ser un éxito.
En ese momento, en el que la oposición ocupaba todos mis pensamientos, me di cuenta que si los juegos de mesa funcionaban con mi peque, seguramente funcionarían en un aula.
Y así me puse a investigar. Descubrí a Manu Sánchez, todo un referente como docente y el ABJ. Fui comprando juegos y probando con mi pequeño.
Cuando aprobé la oposición y por fin pude pisar un aula, supe que de alguna forma tenía que llevar el juego a mis alumnos, porque... ¿cómo no iba a usar una herramienta tan valiosa en el camino del aprendizaje de ellos?
2. ¿Qué consejo darías a profes que quieren introducir juegos en sus clases?
El primer consejo es “despacito y buena letra”. Hay que pensar que muchos peques, cuando llegan al aula, no han jugado nunca a este tipo de juegos. Además, nos encontramos en un momento en el que les cuesta seguir algunas normas o esperar el turno. Quizas no funcione a la primera. Paraté y analiza, y no desistas, porque una vez que el alumnado entre “en el mundo de los juegos”, todo irá rodado.
El segundo consejo que les daría es que el juego de mesa funciona y es una herramienta superutil para llevar al aula. Pero para que funcione, a veces hay que hacer muchísimas adaptaciones y cambiar reglas (a veces las reglas están para saltarelas) Si un juego no funciona, a veces solo es cuestión de cambiar la forma en la que se presenta o se juega. Con un mismo juego se pueden hacer varias cosas según el alumnado que tengamos y el objetivo que pretendamos.
el tercer consejo que les daría es: juega, juega muchisimo. Jugando y probando diferentes juegos es la forma en la que más se aprende a analizar lo que funciona, lo que no, a descubrir adaptaciones, a vincular el juego con contenidos que necesitamos trabajar en el aula. Tener una pandilla de amigos jugones es un buen inicio. Por eso, si no tienes personas a tu alrededor que jueguen, quizás sea buen momento para encontrar docentes que puedan acompañarte en este mundo.
3. ¿Cómo ves el futuro del ABJ en la escuela?
Hay muchos prejuicios sobre el uso del juego de mesa en el aula aun entre los propios docentes y las familias.
Creo que en la educación infantil es más sencillo, porque a nivel social se acepta bien que los niños, en infantil “jueguen”.
Sin embargo, cuando llegamos a la etapa primaria (y mucho mas en secundaria) se empieza a entender que “jugar” no es apropiado.Muchos relacionan jugar con perder el tiempo... sin tener en cuenta que con un juego, se aprende de forma divertida, pero no solo contenidos, sino también valores, y ni decir tiene la cantidad de funciones ejecutivas que se ponen en marcha.
Actualmente existen numerosos estudios científicos que avalan y ratifican que el abj tiene efectos muy beneficiosos en el aprendizaje. Por eso, soy optimista, y pienso que aunque actualmente muchos de los que tratamos de llevar el abj al aula nos sentimos a veces solos y tenemos que justificar constantemente que el juego es “mucho más que un juego”, llegará un momento que el abj sea una realidad cotidiana en todos los centros.
Mi experiencia en estos tres años como profe asi me lo hace ver. Durante tres años he estado en un colegio (@ecoescuelasanjose) donde hemos ido implantando el uso del ABJ poquito a poco. Actualmente, el juego de mesa se usa como medio de socialización en los patios, se hacen encuentros intergeneracionales con la residencia del municipio, donde alumnado y mayores comparten tiempo de juegos. Durante este año se ha hecho una importante inversión en juego de mesa y todos los profes tienen acceso a estos recursos para utilizarlos en sus aulas, y se ha hecho formación para todo el equipo en ABJ durante dos años.
Cuando se pone ilusión y se cree firmemente en algo, todo es posible.
4. ¿Hay alguna anécdota de un alumno que te haya demostrado el poder del ABJ mejor que cualquier teoría?
Hay muchas, pero me quedo con esta.
Durante el curso pasado fui tutora de un aula maravillosa de 4 años. Los juegos de mesa eran parte mas de los recursos de mi aula.
Recuerdo un día que dije: “chicos, podeis jugar a lo que querais”. Yo estaba en mi mesa de profe organizando unas cosas. Cuando me di cuenta, los niños se habían agrupado en grupos de 2 o 4, y cada grupo estaba jugando a un juego de mesa. Allí estaban, sin nadie que les guiara, tirando sus dados, levantando fichas, riéndose y disfrutando.
Nunca se me olvidará ese día, porque fue el día que pensé “este es el poder del ABJ”
5 .¿Qué has aprendido observando a tus alumnos jugar que nunca habrías detectado en un examen tradicional?
Sin duda, el juego de mesa nos permite observar el comportamiento y conducta del alumnado. Eso no se puede ver es una hoja de papel.
Su respeto a las normas, el respeto por el compañero, su tolerancia a la frustración, su grado de competitividad, su pensamiento estratégico, su rapidez mental, su capacidad de atención y memoria...
6. ¿Has notado que ciertos alumnos brillan más en un entorno lúdico que en uno académico tradicional?
¿Y cómo no? A veces solo hay que pensar en los adultos.
¿dónde brilla más un adulto? ¿En un trabajo que le llene y le haga feliz o en un trabajo aburrido y monótono?
No nos tenemos que olvidar que la curiosidad y la motivación son excelentes potenciadores del aprendizaje (no lo digo yo, lo dice la neurociencia)
Cuando aprendemos de una forma divertida, que nos llena de curiosidad e interés, estamos poniendo a nuestro cerebro a funcionar a mil revoluciones, y solo así podremos llegar a desarrollar al máximo nuestras habilidades y capacidades.
7. ¿Puedes compartir un ejemplo de cómo un juego ha unido a un grupo muy diverso en clase?
He realizado en varias ocasiones una experiencia que creo que puede ser un buen ejemplo. Usar “monster kit” en talleres donde hemos juntado a alumnos de primaria con infantil. Creamos parejas de un mayor y un pequeño y entre los dos dibujaron y pintaron un monstruo usando las cartas que se les proporcionaron. Mayores y pequeños trabajaron juntos en la creación de su monstruo, los mayores les ayudaron con la escritura y la lectura de su nombre. Mayores y pequeños, trabajando en equipo.
8. ¿Crees que ser madre te ha cambiado la forma de entender el valor del juego?
Totalmente. El juego de mesa siempre ha estado presente en mi vida, pero quizas si no hubiera sido mama, sino hubiera tenido esa necesidad de buscar una alternativa al ocio de mi hijo durante la pandemia, no hubiera llegado al maravilloso mundo del abj. He tenido la suerte de que mi hijo ha sido mi conejillo de indias para probar juegos, valorar sus dificultades y probar adaptaciones. Cuando llego el segundo, fue el momento de probar juegos que me sirvieran para llevar al cole propuestas de juego entre diferentes edades.
Ser una familia jugona ha sido, sin duda, la mejor manera de potenciar el uso del juego de mesa en el aula.
9. ¿Hay alguna curiosidad más que quieras contarnos?
Si eres un profe que quieres llevar al aula el juego y crees que tu equipo no te va a apoyar, te propongo un reto. LLeva un juego al claustro. Pon a jugar a tu equipo. Ayúdales a recuperar ese niño que llevan dentro. Y así, quizás les recuerdes la magia del juego.
Si quieres seguir el trabajo de Helena, la encontrarás compartiendo reflexiones, dinámicas y experiencias en sus redes como @en_la_Aventura_de_aprender.
