Crear un juego de mesa es una aventura fascinante que combina creatividad y mucha pasión. En Zacatrus no solo publicamos juegos, sino que también colaboramos estrechamente con autores, diseñadores, ilustradores, fábricas, distribuidores y jugadores para dar vida a ideas únicas. ¡Sigue leyendo si quieres saber cómo se hace un juego de mesa!
1. El autor: donde todo comienza
Todo juego de mesa nace de una idea que cobra vida gracias al trabajo de la persona que crea el juego. Su papel es esencial, ya que es quien diseña la base del juego, creando un reglamento inicial que define las mecánicas principales y, en muchos casos, también la temática.
Alberto Millán, autor de juegos como Zoogitives, señala que “siempre me gusta decir que no va primero ni la temática ni la mecánica. El concepto por el que yo empiezo es la experiencia que quiero crear. Por ejemplo, en Zoogitives, empecé utilizando un componente de una forma distinta a la habitual: es un juego de dados donde no hay que tirar dados”.
Para hacer el prototipo, normalmente quienes crean los juegos utilizan materiales básicos y, una vez diseñada esta primera versión, realizan las pruebas (conocidas como testeos) con amigos, familiares o grupos de jugadores. Estas pruebas son cruciales para ajustar lo que no funciona bien. Es aquí donde el juego empieza a tomar forma: se afinan las reglas, se eliminan elementos innecesarios y se introducen mejoras que hacen la experiencia más fluida y divertida.
Este proceso de refinamiento inicial de la autora o autor es solo el punto de partida. Una vez que el juego está listo para presentarse, empieza una nueva etapa de colaboración con la editorial.
2. Selección de prototipos
Para encontrar las ideas más originales, en Zacatrus organizamos el Concurso de Creación de Juegos de Mesa, una iniciativa que permite que cualquier persona, sin importar su experiencia, pueda presentar su propuesta.
Sergio Viteri, CEO y fundador de Zacatrus, explica que la principal motivación de este concurso es impulsar la creatividad del sector y brindar a los creadores una oportunidad para mostrar su talento, sin restricciones de formato o temática.
Una vez seleccionado un juego, la persona autora firma un contrato con la editorial, manteniendo siempre sus derechos de autor. Viteri destaca que “Nuestro objetivo es cuidar el talento y asegurar que la creatividad tenga su lugar en la industria”.
3. Trabajo de edición
Esta etapa es liderada por el área editorial de Zacatrus y, tal y como nos cuenta Gabriel Buendía, integrante de este departamento: “Durante el desarrollo, trabajamos de manera colaborativa con el autor del juego. Siempre buscamos un punto en el que quien crea el juego esté plenamente satisfecho con su obra y, a la vez, el juego quede optimizado para el público".
Además, si la temática no está bien definida, el equipo editorial trabaja junto al autor para establecerla con claridad. Por ejemplo, el juego de Boomie Busters al principio era abstracto y, según destacan desde el área editorial de Zacatrus, “hicimos un trabajo junto al autor para crear un universo temático atractivo que aportó personalidad al juego: fantasmitas rechonchetes llamados Boomies”.
Este departamento también lidera el testeo final y se encarga de ajustar los reglamentos, asegurándose de que sean claros y accesibles para todos.
Y, por último, se definen los componentes. Aunque el autor suele proponer unos componentes iniciales, el equipo de la editorial trabaja junto a él para revisar estos elementos, asegurándose de que cada detalle mejore la experiencia de juego.
En esta etapa, se evalúan aspectos clave como la funcionalidad: ¿los componentes son cómodos de usar y cumplen bien su función dentro del juego?; la accesibilidad: ¿son comprensibles para todo tipo de jugadores?; la estética: ¿reflejan los componentes la temática y el universo del juego?; y el coste de producción: ¿se pueden fabricar de forma eficiente?
En algunos casos, los componentes se modifican para mejorar la experiencia. Por ejemplo, en Listillo la idea inicial era una urna por persona para votar, pero finalmente se hizo un tablero de puntuación con el fin de que no supieras a quién habías votado y poder saber qué puntos tienes en todo momento.
Una vez que el juego está listo, se toma una decisión fundamental: ¿En qué países queremos que se juegue? Según Caroline, responsable de internaciona-lización de Zacatrus, “este paso no solo implica traducir los textos, sino también asegurar que el mensaje, humor y mecánicas sean disfrutados en distintas culturas. Es un desafío emocionante que conecta a jugadores de todo el mundo”.
Además, no podemos olvidar otra de las partes esenciales: la dirección de arte, ya que es la que define su identidad visual y asegura que todos los aspectos estén alineados con la experiencia que se quiere transmitir.
En cada juego, un director de arte coordina todos los aspectos visuales, desde la estética hasta el diseño final. Alberto Cernuda, director de arte de Monstervania, señala que “para diseñar un juego hay que comenzar creando un moodboard, una especie de tablero de inspiración que reúne imágenes, colores, texturas y referencias visuales que guiarán el estilo y la atmósfera del juego”.
Una vez definida esta visión general, el director de arte trabaja con diseñadores, maquetadores e ilustradores que se encargan de crear los personajes, objetos y escenarios, adaptando el estilo gráfico a lo que el juego requiere.
Jorge Tabanera, director de arte de Cathood, afirma que “normalmente la portada es un escaparate a ese momento en el que te imaginas jugando, así que hay mucha responsabilidad ahí, pero luego hay que cumplir las expectativas creadas encima de la mesa.”
4. Producción: convertir la idea en realidad
Una vez que el diseño está listo, comienza la fabricación. Trabajamos con fábricas especializadas que nos envían diferentes muestras: la primera es el white sample (una primera versión en blanco para comprobar los componentes) y después otras dos muestras (el sample digital y el mass sample) según se va avanzando con el trabajo. Cada una se revisa para garantizar la calidad y, por supuesto, se vuelve a jugar. Sí, jugar es parte de nuestro trabajo.
5. Logística y distribución
Una vez fabricados los juegos, llegan a nuestro almacén y, aquí, nuestro equipo de logística se encarga de verificar que todos los juegos cumplan con los estándares esperados. Se lleva un control del inventario y se clasifican y almacenan estratégicamente para facilitar la preparación de los pedidos. Esto incluye separar los envíos según su destino: nuestras tiendas físicas, el Ecommerce y las tiendas distribuidoras externas.
Cada vez que se recibe un pedido, el equipo de almacén lo selecciona, empaqueta y lo deja listo para que el equipo de transportes lo recoja y lo entregue a su destino.
6. Marketing: dar vida al juego
Este es el momento en que toda la magia creada durante meses (o incluso años) se empaqueta con cuidado y se comparte con el mundo. El equipo de marketing se asegura de que cada juego reciba la atención y el cariño que merece, creando todo el contenido visual, las descripciones y las distintas campañas promocionales.
Finalmente, todo este contenido se publica en nuestras plataformas, se presenta en las ferias y se enseña a través de colaboradores.
¡Podemos decir que es un trabajo en equipo que cobra vida cuando llega a tus manos! Esperamos que te haya gustado leer este artículo sobre cómo se hace un juego de mesa.
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