Euphoria

En Euphoria cuantos más trabajadores añades y envías a la ciudad, más descubren sobre su retorcida sociedad. Pero cuidado... Si aprenden demasiado, puede que abandonen tu causa.

Tendrás reclutas de élite a tu disposición: uno que ha jurado su lealtad hacia ti y otro al que todavía tendrás que convencer. Podrás inspirar y utilizar a ese recluta reticente cuando alcances ciertos hitos en la partida… o permitas que otros jugadores logren esos hitos por ti sin darse cuenta.

Tu camino a la victoria está pavimentado con el sudor de tus trabajadores, la fuerza de tus alianzas y los túneles que excavas para penetrar otras áreas del mundo, pero el objetivo final es apropiarse de las tierras mediante el control del área. Lo consigues construyendo mercados que imponen sobre otros jugadores duras restricciones de las libertades personales, cambiando las reglas del juego y abriendo nuevos caminos hacia la victoria. También puedes centrarte en recolectar artefactos del viejo mundo, objetos de ocio que son muy poco comunes en esta sociedad utilitaria. La élite distópica codicia estos artefactos, especialmente los emparejados, y están dispuestos a darte fragmentos de terreno a cambio.

Cuatro sociedades diferentes a la espera de que reescribas la historia.

¿Qué estás dispuesto a sacrificar para construir una mejor distopía?