En cada turno, los jugadores deben jugar una carta de su mano e intentar formar combinaciones con las cartas de la mesa que sumen exactamente 15 puntos. Si logran sumar 15 con todas las cartas de la mesa, hacen una "escoba" y limpian la mesa. Si no pueden, deben dejar una carta en la mesa y robar una del mazo.
La partida termina cuando se acaban las cartas del mazo. Se cuentan los puntos: 1 punto por cada escoba, por tener más oros, por el 7 de oros, por tener los cuatro sietes y por tener más cartas. El jugador con más puntos gana.